Pero tú, mantente firme y no bajes la guardia, ¡porque tus obras serán recompensadas!
(2 Crónicas 15:7)

Muchas veces dejamos de avanzar porque tenemos la sensación de que no progresamos. Ignoramos ciertas cosas y sólo les damos valor cuando las perdemos. Por eso, es importante que valoremos los pequeños avances, que sigamos trabajando y creyendo en la Palabra de Dios.

Con Dios, un poco se convierte en mucho. No te desanimes, fortalécete en Dios. Cuando no valoramos lo poco, no alcanzamos grandes bendiciones. El que es fiel en lo poco, también lo será en lo mucho (Lucas 16:10). Piensa en ello. No tardarás en ver la recompensa de tu fe.

Sé fuerte y da valor a los detalles

Si hoy te has levantado de la cama después de una buena noche de descanso, da gracias a Dios. Él cuida de nosotros incluso cuando no somos conscientes de Su presencia.
Valora las pequeñas cosas, los pequeños progresos. Esa actitud genera un corazón agradecido.
Sigue creyendo en Dios. Fortalece tu fe leyendo la Palabra de Dios.
Rezar:
Señor, tú me cuidas incluso cuando no me doy cuenta. He pasado por pruebas, pero sé que tú has estado y estás conmigo. Estoy agradecido por todo lo que has hecho en mi vida y por todo lo que aún harás. Amén.