Pero tú debes volverte a tu Dios, practicar el amor y la justicia, y confiar siempre en él.
(Oseas 12:6)
La lealtad es una cualidad un poco rara en estos días. Es una virtud aliada con otras cualidades importantes como son la fidelidad, la honestidad (1 Pedro 3:2) y el buen carácter. La persona revela su lealtad a través de la manera en la que lidia con otras personas, cómo cumple con sus compromisos y se mantiene fiel a sus principios.
¡Dios es fiel y leal! Todo buen testimonio debe tener la lealtad como una característica fundamental. Nos toca a nosotros, los seguidores de Cristo, ser leales a Dios y a las personas que están en medio nuestro.
Infelizmente, en todos los ámbitos de la vida siempre habrá muchas tentaciones para caer en la corrupción, la traición y la infidelidad. Mas todos los que son salvos deben estar firmes en la Palabra de Dios y ser leales a los valores sólidos puestos por Dios.
Cuando somos leales damos más fruto, guiamos a los demás hacia Cristo y somos sal de la tierra. Dios se agrada de los que son honestos y leales (Jeremías 9:24). Practica la lealtad y la justicia y sé bienaventurado.
Confía siempre en Dios
- La Biblia fortalece nuestra fe y nos mantiene leales a su Palabra. Mientras más la leemos más fortalecemos nuestra lealtad a Dios.
- Cuando nuestro testimonio es justo y recto, alejamos de nosotros situaciones malas tales como la oportunidad de traicionar, la corrupción y la infidelidad.
- Refleja la lealtad que Dios tiene con nosotros. Él es fiel y es la fuente de toda justicia. Quien sigue a Cristo debe reflejar toda a su gloria.
Para orar:
Señor Jesús, muchas gracias por tu lealtad y tu amor. Tú fuiste fiel hasta el fin y por tu gracia fui alcanzado. Enséñame conforme a tu justicia. Amén.